domingo, 7 de agosto de 2011


A medida que vivimo
s, aprendemos.
Aprender de nuestros errores y de nuestras victorias.
Cuando nos equivocamos, nos lamentamos eternamente por eso, nos castigamos y por ende, nos lastimamos.
Pero, lo mejor de equivocarse, es que cuando logremos reparar nuestro error nuestro cuerpo se sentirá invadido de felicidad por haber logrado aquello.
En cambio, si eso mismo lo hubiésemos conseguido desde el principio, la felicidad y adrenalina no seria la misma.
Por eso, a veces es mejor equivocarse que lograr todo en un instante.
Cuanto uno más lucha por algo, más valor tendrá al lograrlo.

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